NUEVA YORK – La notable lectura que hizo Amanda Gorman de su poema «La colina que subimos» en la ceremonia de inauguración de la presidencia de Joe Biden conmovió a millones. Fue razón suficiente para que una importante editorial neerlandesa decidiera encomendar su traducción a alguna figura literaria destacada. Pero la elección de Marieke Lucas Rijneveld, Premio International Booker, novelista de raza blanca que se identifica como de género no binario, provocó la protesta inmediata de activistas negros en los Países Bajos, que exigieron que, por ser Gorman afroamericana, hiciera la traducción alguien de raza negra (incluso hubo quien expresó «dolor» por la decisión de la editorial). Finalmente, Rijneveld se retiró del proyecto.
NUEVA YORK – La notable lectura que hizo Amanda Gorman de su poema «La colina que subimos» en la ceremonia de inauguración de la presidencia de Joe Biden conmovió a millones. Fue razón suficiente para que una importante editorial neerlandesa decidiera encomendar su traducción a alguna figura literaria destacada. Pero la elección de Marieke Lucas Rijneveld, Premio International Booker, novelista de raza blanca que se identifica como de género no binario, provocó la protesta inmediata de activistas negros en los Países Bajos, que exigieron que, por ser Gorman afroamericana, hiciera la traducción alguien de raza negra (incluso hubo quien expresó «dolor» por la decisión de la editorial). Finalmente, Rijneveld se retiró del proyecto.