CAMBRIDGE, MA – A lo largo de los siglos, la máxima “eres lo que comes” ha definido la manera que tenemos de enfocar nuestra dieta. La interpretación predominante es sencilla: nuestros cuerpos, al igual que los alimentos que ingerimos, son compuestos químicos. Para vivir una vida larga y saludable y aprovechar al máximo nuestro potencial, debemos consumir las sustancias químicas adecuadas; es decir, alimentos con los nutrientes correctos. Sin embargo, hasta no hace mucho este dicho se entendía de modo bastante distinto, lo que indica un profundo cambio en la manera como pensamos en nuestra dieta y como nos vemos a nosotros mismos, cambio con fuertes implicancias sobre el modo en que hoy se habla de la salud.
CAMBRIDGE, MA – A lo largo de los siglos, la máxima “eres lo que comes” ha definido la manera que tenemos de enfocar nuestra dieta. La interpretación predominante es sencilla: nuestros cuerpos, al igual que los alimentos que ingerimos, son compuestos químicos. Para vivir una vida larga y saludable y aprovechar al máximo nuestro potencial, debemos consumir las sustancias químicas adecuadas; es decir, alimentos con los nutrientes correctos. Sin embargo, hasta no hace mucho este dicho se entendía de modo bastante distinto, lo que indica un profundo cambio en la manera como pensamos en nuestra dieta y como nos vemos a nosotros mismos, cambio con fuertes implicancias sobre el modo en que hoy se habla de la salud.