NUEVA YORK – El sistema financiero mundial está al borde de una transformación. Como señala un estudio reciente del Comité Bretton Woods, las stablecoins (activos digitales que por lo general cuentan con el respaldo de una moneda fiduciaria, un commodity u otra criptomoneda, de modo tal de minimizar su volatilidad) tienen potencial para hacer posibles pagos y transferencias de dinero más rápidos, baratos y transparentes y ampliar la inclusión financiera. Por eso muchas jurisdicciones (entre ellas la Unión Europea y Japón) ya han procurado aportar claridad normativa al sector, para aprovechar la oportunidad que ofrecen. Pero en última instancia, el país mejor posicionado para llevar la delantera es Estados Unidos, ya que la mayor parte de los 200 000 millones de dólares en stablecoins que hay en circulación está denominada en dólares.
NUEVA YORK – El sistema financiero mundial está al borde de una transformación. Como señala un estudio reciente del Comité Bretton Woods, las stablecoins (activos digitales que por lo general cuentan con el respaldo de una moneda fiduciaria, un commodity u otra criptomoneda, de modo tal de minimizar su volatilidad) tienen potencial para hacer posibles pagos y transferencias de dinero más rápidos, baratos y transparentes y ampliar la inclusión financiera. Por eso muchas jurisdicciones (entre ellas la Unión Europea y Japón) ya han procurado aportar claridad normativa al sector, para aprovechar la oportunidad que ofrecen. Pero en última instancia, el país mejor posicionado para llevar la delantera es Estados Unidos, ya que la mayor parte de los 200 000 millones de dólares en stablecoins que hay en circulación está denominada en dólares.