BERKELEY – Supongamos que usted hubiera invertido su patrimonio en un conjunto de acciones ampliamente diversificado, comenzando en enero de 1871, y que los dividendos hubieran ingresado en su cartera y que su cartera se hubiera ajustado todos los eneros para mantener la diversificación. Si usted, además, no hubiera pagado ningún impuesto ni hubiera incurrido en ningún honorario, a enero pasado habría tenido 65.004 veces su inversión inicial. Por el contrario, si hubiera hecho el mismo experimento con bonos del Tesoro de Estados Unidos a largo plazo, habría tenido solo 41 veces su patrimonio inicial. Esta es la diferencia entre un retorno anual promedio ajustado por inflación del 7,3% para las acciones y del 2,5% para los bonos -4,8 puntos por año, o lo que Rajnish Mehra y Edward C. Prescott definieron como el “rompecabezas de la prima de capital”.
BERKELEY – Supongamos que usted hubiera invertido su patrimonio en un conjunto de acciones ampliamente diversificado, comenzando en enero de 1871, y que los dividendos hubieran ingresado en su cartera y que su cartera se hubiera ajustado todos los eneros para mantener la diversificación. Si usted, además, no hubiera pagado ningún impuesto ni hubiera incurrido en ningún honorario, a enero pasado habría tenido 65.004 veces su inversión inicial. Por el contrario, si hubiera hecho el mismo experimento con bonos del Tesoro de Estados Unidos a largo plazo, habría tenido solo 41 veces su patrimonio inicial. Esta es la diferencia entre un retorno anual promedio ajustado por inflación del 7,3% para las acciones y del 2,5% para los bonos -4,8 puntos por año, o lo que Rajnish Mehra y Edward C. Prescott definieron como el “rompecabezas de la prima de capital”.