BRISBANE – A medida que más países desarrollados empiezan a sentir que ya han logrado atravesar la crisis del COVID-19, dos realidades sorprendentes saltan a la vista. Primero, se puede percibir claramente lo vulnerables que todavía son muchos países en desarrollo a brotes de rápida escalada como el que estamos presenciando en la India. Los resultados de no haber distribuido las vacunas más efectivas de manera equitativa y estratégica están quedando al descubierto.
BRISBANE – A medida que más países desarrollados empiezan a sentir que ya han logrado atravesar la crisis del COVID-19, dos realidades sorprendentes saltan a la vista. Primero, se puede percibir claramente lo vulnerables que todavía son muchos países en desarrollo a brotes de rápida escalada como el que estamos presenciando en la India. Los resultados de no haber distribuido las vacunas más efectivas de manera equitativa y estratégica están quedando al descubierto.