NUEVA YORK – Ya que tras la crisis financiera del año 2008 la mayoría de las economías avanzadas experimentaron recuperaciones anémicas, sus bancos centrales se vieron forzados a dejar las políticas monetarias convencionales – tales como la reducción de las tasas interés oficiales a través de compras en el mercado abierto de bonos del Estado a corto plazo – desplazándose hacia una diversidad de políticas no convencionales. A pesar de que se había alcanzado el límite nominal de cero para las tasas de interés – mismo que previamente sólo se consideraba como una posibilidad teórica – y se había aplicado la política de tasas de interés cero (ZIRP), el crecimiento se mantuvo anémico. Consecuentemente, los bancos centrales adoptaron medidas que ni siquiera existían en su conjunto de herramientas de política hace una década. Y, ahora, están a punto de hacer esto de nuevo.
NUEVA YORK – Ya que tras la crisis financiera del año 2008 la mayoría de las economías avanzadas experimentaron recuperaciones anémicas, sus bancos centrales se vieron forzados a dejar las políticas monetarias convencionales – tales como la reducción de las tasas interés oficiales a través de compras en el mercado abierto de bonos del Estado a corto plazo – desplazándose hacia una diversidad de políticas no convencionales. A pesar de que se había alcanzado el límite nominal de cero para las tasas de interés – mismo que previamente sólo se consideraba como una posibilidad teórica – y se había aplicado la política de tasas de interés cero (ZIRP), el crecimiento se mantuvo anémico. Consecuentemente, los bancos centrales adoptaron medidas que ni siquiera existían en su conjunto de herramientas de política hace una década. Y, ahora, están a punto de hacer esto de nuevo.