BOSTON/GINEBRA – En una era de innovación tecnológica acelerada, es una vergüenza que casi dos millones de personas vayan a morir de tuberculosis este año porque son demasiado pobres para costearse el tratamiento. Lo cierto es que la tuberculosis sigue cobrándose vidas por una sencilla razón: la indiferencia.
BOSTON/GINEBRA – En una era de innovación tecnológica acelerada, es una vergüenza que casi dos millones de personas vayan a morir de tuberculosis este año porque son demasiado pobres para costearse el tratamiento. Lo cierto es que la tuberculosis sigue cobrándose vidas por una sencilla razón: la indiferencia.