DHAKA – Ya se puso en evidencia que el impacto de la pandemia COVID-19 será desigual, y que los países más pobres serán los que se llevaran la peor parte de las consecuencias. Esto incluye a los 1,2 millones de niños de Bangladesh que se dedican a las formas más duras de trabajo infantil. En tiempos tan inciertos, estos niños, y millones de otros en otros lugares, se encuentran aún más vulnerables al trabajo explotador y peligroso.
DHAKA – Ya se puso en evidencia que el impacto de la pandemia COVID-19 será desigual, y que los países más pobres serán los que se llevaran la peor parte de las consecuencias. Esto incluye a los 1,2 millones de niños de Bangladesh que se dedican a las formas más duras de trabajo infantil. En tiempos tan inciertos, estos niños, y millones de otros en otros lugares, se encuentran aún más vulnerables al trabajo explotador y peligroso.