JÁRKOV – Se dice que la reclusión nos deja con una sensación de desamparo y vulnerabilidad, pero la verdad de la vida para un preso político, incluso para el que haga una huelga de hambre, es lo contrario. Como presa, yo me he visto obligada a centrarme en lo que es esencial para mí: mis creencias políticas y mi pais. Por eso, siento la presencia de los valientes hombres y mujeres, jóvenes y mayores, que se han agrupado en Kiev y otras ciudades ucranianas para defender sus sueños de una democracia y un futuro europeos. En la cárcel, nuestras esperanzas y sueños se vuelven nuestra realidad.
JÁRKOV – Se dice que la reclusión nos deja con una sensación de desamparo y vulnerabilidad, pero la verdad de la vida para un preso político, incluso para el que haga una huelga de hambre, es lo contrario. Como presa, yo me he visto obligada a centrarme en lo que es esencial para mí: mis creencias políticas y mi pais. Por eso, siento la presencia de los valientes hombres y mujeres, jóvenes y mayores, que se han agrupado en Kiev y otras ciudades ucranianas para defender sus sueños de una democracia y un futuro europeos. En la cárcel, nuestras esperanzas y sueños se vuelven nuestra realidad.