LONDRES – Cuesta pensar en un tema que aglutine más a la clase política profundamente dividida de Estados Unidos que la necesidad de contener la creciente influencia de China, ya sea a través de restricciones comerciales, aranceles a los vehículos eléctricos (VE) chinos o prohibiendo TikTok. Pero si bien el argumento de la seguridad nacional para este tipo de medidas proteccionistas es indudablemente convincente, no resulta claro si los líderes políticos de Estados Unidos y la población norteamericana están preparados para las potenciales consecuencias económicas.
LONDRES – Cuesta pensar en un tema que aglutine más a la clase política profundamente dividida de Estados Unidos que la necesidad de contener la creciente influencia de China, ya sea a través de restricciones comerciales, aranceles a los vehículos eléctricos (VE) chinos o prohibiendo TikTok. Pero si bien el argumento de la seguridad nacional para este tipo de medidas proteccionistas es indudablemente convincente, no resulta claro si los líderes políticos de Estados Unidos y la población norteamericana están preparados para las potenciales consecuencias económicas.