BERLÍN – Las doctrinas pacifistas dirán otra cosa, pero combinar la diplomacia con la amenaza del uso de la fuerza militar es una táctica sumamente eficaz, como hemos visto en el caso de Siria. Lo que aparentemente convenció al presidente sirio Bashar Al Assad de aceptar el acuerdo patrocinado por sus principales aliados (Rusia y, menos directamente, Irán) fue la amenaza de intervención militar por parte de Estados Unidos. Parece que ahora Al Assad está dispuesto a entregar sus armas químicas a cambio de permanecer en el poder. Pero si el acuerdo fracasa, ¿qué sucederá con la credibilidad de Estados Unidos y de Occidente?
BERLÍN – Las doctrinas pacifistas dirán otra cosa, pero combinar la diplomacia con la amenaza del uso de la fuerza militar es una táctica sumamente eficaz, como hemos visto en el caso de Siria. Lo que aparentemente convenció al presidente sirio Bashar Al Assad de aceptar el acuerdo patrocinado por sus principales aliados (Rusia y, menos directamente, Irán) fue la amenaza de intervención militar por parte de Estados Unidos. Parece que ahora Al Assad está dispuesto a entregar sus armas químicas a cambio de permanecer en el poder. Pero si el acuerdo fracasa, ¿qué sucederá con la credibilidad de Estados Unidos y de Occidente?