LONDRES – Nunca ha sido fácil saber con certeza si alguien será la persona adecuada para un puesto de trabajo hasta que esté desempeñándolo. Por eso, a veces el proceso de contratación implica un salto de fe para candidatos y empleadores por igual; sobre todo ahora que la escasez de mano de obra y el ritmo de cambio de las tecnologías restan eficacia a las prácticas de contratación tradicionales. Las empresas necesitan nuevos métodos para evaluar el talento, y deben reforzar el desarrollo de habilidades mediante la capacitación en el puesto de trabajo.
LONDRES – Nunca ha sido fácil saber con certeza si alguien será la persona adecuada para un puesto de trabajo hasta que esté desempeñándolo. Por eso, a veces el proceso de contratación implica un salto de fe para candidatos y empleadores por igual; sobre todo ahora que la escasez de mano de obra y el ritmo de cambio de las tecnologías restan eficacia a las prácticas de contratación tradicionales. Las empresas necesitan nuevos métodos para evaluar el talento, y deben reforzar el desarrollo de habilidades mediante la capacitación en el puesto de trabajo.