NEWPORT BEACH – La Reserva Federal de EE. UU. desató una adivinanza mundial –actualmente de un mes de duración– con su decisión del 18 de septiembre de no «reducir gradualmente» sus compras mensuales de activos de largo plazo. No es frecuente que la Fed sorprenda a los mercados y esto ha sido particularmente así durante el liderazgo de Ben Bernanke, quien dedicó muchísimo tiempo y esfuerzo a mejorar la comunicación, ampliar la transparencia y gestionar oportunamente las expectativas. Ahora que el presidente Barack Obama ha nominado a la vicepresidente de la Fed, Janet L. Yellen, para suceder a Bernanke en enero, el interés es aún mayor por lo que el futuro depara al banco central más importante del mundo.
NEWPORT BEACH – La Reserva Federal de EE. UU. desató una adivinanza mundial –actualmente de un mes de duración– con su decisión del 18 de septiembre de no «reducir gradualmente» sus compras mensuales de activos de largo plazo. No es frecuente que la Fed sorprenda a los mercados y esto ha sido particularmente así durante el liderazgo de Ben Bernanke, quien dedicó muchísimo tiempo y esfuerzo a mejorar la comunicación, ampliar la transparencia y gestionar oportunamente las expectativas. Ahora que el presidente Barack Obama ha nominado a la vicepresidente de la Fed, Janet L. Yellen, para suceder a Bernanke en enero, el interés es aún mayor por lo que el futuro depara al banco central más importante del mundo.