WASHINGTON, DC – Hace dos años, el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, decidió abrir el acceso a las patentes de su empresa a todo el mundo, una jugada completamente opuesta al comportamiento competitivo tradicional. ¿Por qué regalaría una empresa a sus rivales los diseños y la tecnología que tanto le costó conseguir?
WASHINGTON, DC – Hace dos años, el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, decidió abrir el acceso a las patentes de su empresa a todo el mundo, una jugada completamente opuesta al comportamiento competitivo tradicional. ¿Por qué regalaría una empresa a sus rivales los diseños y la tecnología que tanto le costó conseguir?