WASHINGTON, DC – En todo el mundo, cerca de 200 millones de niños no pueden asistir a la escuela y muchos de los que tienen acceso a un aula no aprenden las habilidades necesarias para tener éxito en la vida. Y, a pesar de un creciente consenso acerca de la naturaleza sistémica de los retos que afectan a la educación, hay mucho menos acuerdo sobre cómo enfrentarlos. Sin embargo, 2018 se está perfilando como un año promisorio para los esfuerzos globales de mejora del acceso y la calidad de la educación.
WASHINGTON, DC – En todo el mundo, cerca de 200 millones de niños no pueden asistir a la escuela y muchos de los que tienen acceso a un aula no aprenden las habilidades necesarias para tener éxito en la vida. Y, a pesar de un creciente consenso acerca de la naturaleza sistémica de los retos que afectan a la educación, hay mucho menos acuerdo sobre cómo enfrentarlos. Sin embargo, 2018 se está perfilando como un año promisorio para los esfuerzos globales de mejora del acceso y la calidad de la educación.