NUEVA YORK – En los últimos diez años, la inversión con enfoque de género (GLI por su sigla en inglés) ha generado justificadamente un interés entre los inversores de impacto que buscan promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Pero estas estrategias implican algo más que promover un bien social en sí mismo. Invertir en organizaciones diversas en género, empresas que son propiedad de mujeres y compañías que atienden las preferencias y necesidades de las mujeres ha demostrado arrojar retornos financieros considerables.
NUEVA YORK – En los últimos diez años, la inversión con enfoque de género (GLI por su sigla en inglés) ha generado justificadamente un interés entre los inversores de impacto que buscan promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Pero estas estrategias implican algo más que promover un bien social en sí mismo. Invertir en organizaciones diversas en género, empresas que son propiedad de mujeres y compañías que atienden las preferencias y necesidades de las mujeres ha demostrado arrojar retornos financieros considerables.