SEATTLE – Después de un año que implicó uno de los mayores giros en U en la historia de la política monetaria reciente, los bancos centrales hoy esperan que en 2020 reine la paz y la tranquilidad. Esto es particularmente válido para el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de Estados Unidos, las dos instituciones monetarias más poderosas del mundo. Pero la paz y la tranquilidad cada vez están más lejos de su control directo; y sus esperanzas fácilmente podrían verse frustradas si los mercados sucumbieran a ciertas incertidumbres de mediano plazo, muchas de las cuales se extienden más allá de la economía y las finanzas, en el terreno de la geopolítica, las instituciones y las condiciones políticas y sociales domésticas.
SEATTLE – Después de un año que implicó uno de los mayores giros en U en la historia de la política monetaria reciente, los bancos centrales hoy esperan que en 2020 reine la paz y la tranquilidad. Esto es particularmente válido para el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de Estados Unidos, las dos instituciones monetarias más poderosas del mundo. Pero la paz y la tranquilidad cada vez están más lejos de su control directo; y sus esperanzas fácilmente podrían verse frustradas si los mercados sucumbieran a ciertas incertidumbres de mediano plazo, muchas de las cuales se extienden más allá de la economía y las finanzas, en el terreno de la geopolítica, las instituciones y las condiciones políticas y sociales domésticas.