WASHINGTON, DC – Poco más de dos años después de la peor recesión global desde la Segunda Guerra Mundial como resultado de la COVID‑19, la economía mundial vuelve a estar en peligro. Esta vez, enfrenta alta inflación y bajo crecimiento al mismo tiempo. Incluso si se evita una recesión global, el sufrimiento de la estanflación puede durar varios años, con consecuencias potencialmente desestabilizadoras para las economías de ingresos bajos y medios, a menos que se consiga un importante aumento de la oferta.
WASHINGTON, DC – Poco más de dos años después de la peor recesión global desde la Segunda Guerra Mundial como resultado de la COVID‑19, la economía mundial vuelve a estar en peligro. Esta vez, enfrenta alta inflación y bajo crecimiento al mismo tiempo. Incluso si se evita una recesión global, el sufrimiento de la estanflación puede durar varios años, con consecuencias potencialmente desestabilizadoras para las economías de ingresos bajos y medios, a menos que se consiga un importante aumento de la oferta.