Entre las muchas sorpresas durante los debates de los candidatos presidenciales del Partido Republicano hace un par de semanas figuró la renovada importancia de la inmigración. Después del fracaso del esfuerzo de reforma inmigratoria integral del presidente George W. Bush y del senador Edward Kennedy la pasada primavera (boreal), la mayoría de los observadores creyeron que la cuestión seguiría en suspenso hasta 2009, ya que su sola mención resultaba potencialmente fatal para demócratas y republicanos por igual. Pero como descubrieron los demócratas en otros debates recientes, y también los republicanos con un poco de ayuda de los moderadores de la CNN, que inclinaron las preguntas hacia los temas que más los entusiasman, la inmigración es una cuestión que sencillamente no desaparecerá.
Entre las muchas sorpresas durante los debates de los candidatos presidenciales del Partido Republicano hace un par de semanas figuró la renovada importancia de la inmigración. Después del fracaso del esfuerzo de reforma inmigratoria integral del presidente George W. Bush y del senador Edward Kennedy la pasada primavera (boreal), la mayoría de los observadores creyeron que la cuestión seguiría en suspenso hasta 2009, ya que su sola mención resultaba potencialmente fatal para demócratas y republicanos por igual. Pero como descubrieron los demócratas en otros debates recientes, y también los republicanos con un poco de ayuda de los moderadores de la CNN, que inclinaron las preguntas hacia los temas que más los entusiasman, la inmigración es una cuestión que sencillamente no desaparecerá.