NUEVA YORK – Algunos economistas pasan por alto la idea moderna de que la prosperidad de un país depende de la innovación y la capacidad emprendedora; asumen la visión mecanicista de que la prosperidad queda determinada por el empleo y que el empleo depende de la «demanda»: el gasto público, el consumo de los hogares y la inversión.
NUEVA YORK – Algunos economistas pasan por alto la idea moderna de que la prosperidad de un país depende de la innovación y la capacidad emprendedora; asumen la visión mecanicista de que la prosperidad queda determinada por el empleo y que el empleo depende de la «demanda»: el gasto público, el consumo de los hogares y la inversión.