NUEVA YORK – La violencia en el Congo es inexplicable. Pero si el horror de las guerras recientes del Congo –en las que ha muerto más gente que en cualquier otra guerra desde la Segunda Guerra Mundial- ha de terminar, lo abominable debe salir a la luz.
NUEVA YORK – La violencia en el Congo es inexplicable. Pero si el horror de las guerras recientes del Congo –en las que ha muerto más gente que en cualquier otra guerra desde la Segunda Guerra Mundial- ha de terminar, lo abominable debe salir a la luz.