WASHINGTON, DC – Aquellos a quienes les cuesta ver sentido a las elecciones presidenciales de los Estados Unidos no deben preocuparse. Carecen de sentido. De hecho, la campaña actual es la más extraña contienda por el cargo más alto del país de la época moderna, no sólo por el número de candidatos –hay catorce y se espera que pronto haya dos o tres más–, sino también por su naturaleza.
WASHINGTON, DC – Aquellos a quienes les cuesta ver sentido a las elecciones presidenciales de los Estados Unidos no deben preocuparse. Carecen de sentido. De hecho, la campaña actual es la más extraña contienda por el cargo más alto del país de la época moderna, no sólo por el número de candidatos –hay catorce y se espera que pronto haya dos o tres más–, sino también por su naturaleza.