NUEVA YORK – Ahora que la política riesgosa en torno al límite de deuda federal de Estados Unidos se ha suspendido hasta el 1 de enero de 2025, dos desafíos importantes e interdependientes en materia de política fiscal demandan nuestra atención. Primero, la deuda pública de Estados Unidos debe pasar a estar en una trayectoria más segura y sustentable; y, segundo, los líderes del país tienen que determinar el tamaño óptimo del sector público, medido según el gasto público primario (excluyendo pagos de intereses) como porcentaje del PIB.
NUEVA YORK – Ahora que la política riesgosa en torno al límite de deuda federal de Estados Unidos se ha suspendido hasta el 1 de enero de 2025, dos desafíos importantes e interdependientes en materia de política fiscal demandan nuestra atención. Primero, la deuda pública de Estados Unidos debe pasar a estar en una trayectoria más segura y sustentable; y, segundo, los líderes del país tienen que determinar el tamaño óptimo del sector público, medido según el gasto público primario (excluyendo pagos de intereses) como porcentaje del PIB.