CAMBRIDGE – He aquí una predicción fácil: el presupuesto que la ministra de hacienda del Reino Unido, Rachel Reeves, presentará el 30 de octubre no complacerá a casi nadie. Pero la primera gran iniciativa fiscal del gobierno no debe juzgarse en estos términos, ni hay que evaluar a sus diseñadores según su capacidad para cumplir todas las demandas que se les plantean. Si lo hicieran, el resultado más probable sería un crecimiento decepcionante e inestabilidad financiera.
CAMBRIDGE – He aquí una predicción fácil: el presupuesto que la ministra de hacienda del Reino Unido, Rachel Reeves, presentará el 30 de octubre no complacerá a casi nadie. Pero la primera gran iniciativa fiscal del gobierno no debe juzgarse en estos términos, ni hay que evaluar a sus diseñadores según su capacidad para cumplir todas las demandas que se les plantean. Si lo hicieran, el resultado más probable sería un crecimiento decepcionante e inestabilidad financiera.