JERICÓ – Desde el 6 de diciembre de 2017, la administración del presidente norteamericano, Donald Trump, ha reconocido a Jerusalén como la capital de Israel, ha cerrado la misión palestina en Washington, ha trasladado la embajada estadounidense a Jerusalén y ha desfinanciado la ayuda humanitaria ofrecida por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA por su sigla en inglés), entre otras medidas. Y, aun así, a los palestinos se nos hostiga con comentarios de que Estados Unidos realmente quiere buscar la paz y que, de alguna manera, el único problema ha sido nuestra reticencia.
JERICÓ – Desde el 6 de diciembre de 2017, la administración del presidente norteamericano, Donald Trump, ha reconocido a Jerusalén como la capital de Israel, ha cerrado la misión palestina en Washington, ha trasladado la embajada estadounidense a Jerusalén y ha desfinanciado la ayuda humanitaria ofrecida por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA por su sigla en inglés), entre otras medidas. Y, aun así, a los palestinos se nos hostiga con comentarios de que Estados Unidos realmente quiere buscar la paz y que, de alguna manera, el único problema ha sido nuestra reticencia.