NUEVA YORK – El vicepresidente norteamericano, J.D. Vance, declaró recientemente que “a los jueces no se les permite controlar el poder legítimo del ejecutivo”. Este comentario, formulado a través del arco del poder judicial federal, amenaza con alterar un entendimiento establecido desde hace mucho tiempo de que los tribunales deben tener la última palabra sobre lo que significan y requieren las leyes. Visto en el contexto de los decretos ejecutivos constitucionalmente sospechosos del presidente Donald Trump -como poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento y desmantelar las agencias administrativas aprobadas por el Congreso-, el desafío de Vance pone de relieve la crisis constitucional que está teniendo lugar en Estados Unidos.
NUEVA YORK – El vicepresidente norteamericano, J.D. Vance, declaró recientemente que “a los jueces no se les permite controlar el poder legítimo del ejecutivo”. Este comentario, formulado a través del arco del poder judicial federal, amenaza con alterar un entendimiento establecido desde hace mucho tiempo de que los tribunales deben tener la última palabra sobre lo que significan y requieren las leyes. Visto en el contexto de los decretos ejecutivos constitucionalmente sospechosos del presidente Donald Trump -como poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento y desmantelar las agencias administrativas aprobadas por el Congreso-, el desafío de Vance pone de relieve la crisis constitucional que está teniendo lugar en Estados Unidos.