CAMBRIDGE – Desde principios de los ochenta hasta el inicio de la crisis financiera en septiembre de 2008, la Reserva Federal de los Estados Unidos tuvo al parecer un proceso coherente para el manejo de su principal tipo de interés a corto plazo, la tasa interbancaria (tasa de fondos federales). Su política tenía tres componentes clave: que el tipo de interés nominal subiera más que la inflación; que aumentara en respuesta al fortalecimiento de la economía real; y que tendiera hacia un valor normal a largo plazo.
CAMBRIDGE – Desde principios de los ochenta hasta el inicio de la crisis financiera en septiembre de 2008, la Reserva Federal de los Estados Unidos tuvo al parecer un proceso coherente para el manejo de su principal tipo de interés a corto plazo, la tasa interbancaria (tasa de fondos federales). Su política tenía tres componentes clave: que el tipo de interés nominal subiera más que la inflación; que aumentara en respuesta al fortalecimiento de la economía real; y que tendiera hacia un valor normal a largo plazo.