NUEVA YORK – A medida que se acerca la elección presidencial crucial de Estados Unidos, la campaña ha alcanzado un punto álgido en tanto Donald Trump y sus acólitos pronuncian promesas cada vez más radicales sobre lo que harían en el poder. Pero esas promesas -por ejemplo, las referidas a la política fiscal- inevitablemente se incumplirán. Después de todo, es matemáticamente imposible recortar impuestos para las corporaciones y los multimillonarios, sostener programas básicos de defensa y Seguridad Social, y bajar el déficit, todo al mismo tiempo.
NUEVA YORK – A medida que se acerca la elección presidencial crucial de Estados Unidos, la campaña ha alcanzado un punto álgido en tanto Donald Trump y sus acólitos pronuncian promesas cada vez más radicales sobre lo que harían en el poder. Pero esas promesas -por ejemplo, las referidas a la política fiscal- inevitablemente se incumplirán. Después de todo, es matemáticamente imposible recortar impuestos para las corporaciones y los multimillonarios, sostener programas básicos de defensa y Seguridad Social, y bajar el déficit, todo al mismo tiempo.