LONDRES – Había pasado cerca de dos semanas de cautividad en Afganistán cuando el gobierno de Canadá, mi país, se comunicó con mis captores para negociar mi liberación. Les dijeron que me pusieran al teléfono al día siguiente, cuando el ejército estadounidense haría volar un dron sobre el área donde pensaban que me tenían, con el fin de determinar mi ubicación precisa.
LONDRES – Había pasado cerca de dos semanas de cautividad en Afganistán cuando el gobierno de Canadá, mi país, se comunicó con mis captores para negociar mi liberación. Les dijeron que me pusieran al teléfono al día siguiente, cuando el ejército estadounidense haría volar un dron sobre el área donde pensaban que me tenían, con el fin de determinar mi ubicación precisa.