CAMBRIDGE – Los economistas conductuales han popularizado el término “sesgo de actualidad” para describir nuestra tendencia a dejarnos influenciar desproporcionadamente por los últimos acontecimientos en comparación con los anteriores. ¿Podría este fenómeno cognitivo explicar por qué numerosos analistas tienen una inclinación bastante optimista sobre la economía mundial en 2024? ¿O existen tendencias realmente positivas que contrarrestan los obvios y crecientes desafíos al crecimiento global?
CAMBRIDGE – Los economistas conductuales han popularizado el término “sesgo de actualidad” para describir nuestra tendencia a dejarnos influenciar desproporcionadamente por los últimos acontecimientos en comparación con los anteriores. ¿Podría este fenómeno cognitivo explicar por qué numerosos analistas tienen una inclinación bastante optimista sobre la economía mundial en 2024? ¿O existen tendencias realmente positivas que contrarrestan los obvios y crecientes desafíos al crecimiento global?