Actualmente, las élites se sienten inseguras en todas partes. Algunos, si no es que todos los políticos están bajo sospechas de corrupción. Se acusa a los directores corporativos de buscar ganancias personales a corto plazo en lugar de la prosperidad social. A los jefes sindicales se les tilda de retrógrados, a los intelectuales se les achaca la búsqueda de la fama y no de la verdad y a los periodistas se les ataca por complacientes.
Actualmente, las élites se sienten inseguras en todas partes. Algunos, si no es que todos los políticos están bajo sospechas de corrupción. Se acusa a los directores corporativos de buscar ganancias personales a corto plazo en lugar de la prosperidad social. A los jefes sindicales se les tilda de retrógrados, a los intelectuales se les achaca la búsqueda de la fama y no de la verdad y a los periodistas se les ataca por complacientes.