BERLIN – Los alemanes ya eligieron. Los votantes sacaron a la Gran Coalición del gobierno con gran estruendo y dejaron a los socialdemócratas en el abismo político. Sólo quedan ruinas del que alguna vez fuera el orgulloso SPD de Gerhard Schröder. A pesar de la clara victoria para los centro-derechistas, los democristianos (CDU) no salieron ilesos. Pero, si bien sus pérdidas fueron moderadas, el partido hermano bávaro del CDU, el CSU, experimentó una debacle, sólo superada por la de los socialdemócratas.
BERLIN – Los alemanes ya eligieron. Los votantes sacaron a la Gran Coalición del gobierno con gran estruendo y dejaron a los socialdemócratas en el abismo político. Sólo quedan ruinas del que alguna vez fuera el orgulloso SPD de Gerhard Schröder. A pesar de la clara victoria para los centro-derechistas, los democristianos (CDU) no salieron ilesos. Pero, si bien sus pérdidas fueron moderadas, el partido hermano bávaro del CDU, el CSU, experimentó una debacle, sólo superada por la de los socialdemócratas.