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por R. L. Kleinberg

La dependencia mundial de los combustibles fósiles cuesta mucho más que el precio de un barril de crudo. La actual crisis en el Medio Oriente, la gradual transformación de Asia Central en un puesto militar de Occidente y los regímenes débiles prevalecientes en otros países productores, como Rusia y Venezuela, son serios recordatorios de la fragilidad de la seguridad energética global.

Teniendo una economía mundial que seguirá dependiendo de los combustibles fósiles hasta bien avanzado el presente siglo, la vulnerabilidad energética no podrá sino incrementarse en el futuro previsible. La conservación puede moderar, pero no darle una voltereta, al creciente consumo de los países industrializados y del mundo en desarrollo. Las fuentes renovables de energía son prometedoras, pero no reemplazarán pronto a los combustibles fósiles.

Aún así, hay esperanzas de obtener una fuente abundante de energía limpia que daría un fuerte impulso a la seguridad global poniendo a la producción en una posición más cercana a los consumidores. Sorprendentemente, esa fuente de energía es un tipo de hielo. Cuando el gas natural sube desde el fondo de la tierra y se combina con agua en el, y debajo del lecho marino bajo ciertas condiciones de baja temperatura y presión alta, el resultado es gas hidrato, una sustancia que la mayoría de la gente no conoce, pero que es común geológicamente hablando. Una vez que el gas es liberado del agua congelada, puede ser recolectado en pozos y entubado de igual forma como se hace con el gas natural ordinario.

El gas extraído de las reservas de gas hidrato es exactamente igual que el gas natural en uso en la actualidad. El gas natural es la opción de combustible fósil que cada vez más gente elige, pues hoy en día equivale a 20% del consumo primario mundial de energía. Eso se debe sobre todo a que es más limpio que el carbón o el petróleo. Los únicos productos resultantes de la combustión del gas son dióxido de carbono, agua y pequeñas cantidades de óxidos de nitrógeno. El dióxido de carbono es un gas de invernadero, mientras que el gas natural produce ese efecto menos que otros combustibles fósiles.

Con la tecnología actual, la cantidad de gas natural recuperable en el mundo entero, llamado "gas convencional" en el argot industrial, equivale a una reserva para aproximadamente 60 años a los precios y la tasa de consumo de hoy día. Acabarse el gas puede parecer un prospecto lejano, pero el riesgo de una ruptura de seguridad que ponga en peligro las existencias nos persigue siempre. Sólo 6% de las reservas convencionales se encuentra en América del Norte, una reserva de apenas unos 10 años para ese continente. Europa importa mucho de su gas de Rusia y los recursos de Japón son minúsculos (importa gas natural licuado de Indonesia y el Medio Oriente). India también es pobre energéticamente en relación a su población y su economía.

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Aunque esos estimados de reservas se basan en los depósitos conocidos ahora, no deberíamos centrar nuestras esperanzas en los vastos depósitos que podrían descubrirse. Hay un método bien establecido para estimar las reservas que aún serán descubiertas y, ya sea que uno examine las reservas comprobadas o las proyecciones futuras, un hecho resalta: los depósitos de gas convencional están distribuídos desigualmente alrededor del mundo, y en lugares que están lejos de la mayoría de los consumidores. Rusia cuenta con un tercio de las reservas totales; los estados del Golfo Pérsico controlan una cantidad similar. La producción de gas convencional se concentrará cada vez más en esas dos regiones durante las siguientes décadas.

El gas hidrato, sin embargo, es abundante en muchas zonas marítimas cercanas a muchas naciones consumidoras y, sin duda, generalmente en sus zonas económicas exclusivas. Se estima que Estados Unidos (EEUU) tiene reservas para mil años a la tasa actual de consumo de gas. Japón también está bien dotado, con un amplio depósito sólo a 50 kilómetros al sur de Hamamatsu. Hay razones para pensar que existen depósitos significativos de gas hidrato cerca de la costa oriental de India, entre Madras y Calcuta.

Por desgracia, es necesario sobreponerse a obstáculos mayúsculos. Para liberar el gas, el hielo debe ser derretido. Esto puede hacerse de tres maneras: incrementar la temperatura, reducir la presión o introducir químicos (como el anticongelador para autos). Pero todavía no se sabe cuál es el método óptimo.

Sobre todo, en algunos lugares los campos de gas hidrato son vastos pero diluídos y la extracción sería similar a explotar una mina en la que hay mineral de bajo gradaje, por el cual no vale la pena ni el gasto ni las molestias. Por ejemplo, hay una formación geológica que contiene gas hidrato a 300 kilómetros de Charleston, Carolina del Sur, en EEUU, llamada Blake Ridge. Ésta por sí sola contiene seis veces más gas natural que todas las reservas estadounidenses convencionales combinadas. Pero esos increíbles recursos se encuentran diseminados en un área de 26,000 kilómetros cuadrados y bajo 1,000 metros de agua. La inversión requerida para extraerlos sería enorme y sería imposible recuperarla.

Pero no todas las reservas de gas hidrato son así. Un más prometedora se encuentra bajo el permafrost de Prudhoe Bay, la gran región petrolera de la costa ártica de Alaska. Este depósito es menor que el de Blake Ridge, pero está más concentrado y más cerca de la superficie. Aunque las operaciones en el ártico son siempre un reto, la infraestructura existente hace del prospecto de Prudhoe Bay una posibilidad accesible.

Un cálculo confiable de las reservas globales y de los costos de extracción de gas hidrato sería una muy sabia inversión. Incluso si el gas hidrato nunca llega a ser económicamente competitivo en comparación al gas convencional, puede tener valor como una reserva energética estratégica. Hay muchos países que subsidian la producción de alimentos para garantizar el abasto de emergencia. Contar con la capacidad doméstica de producir gas hidrato tendría un propósito similar, al mismo tiempo que quizá prometería una nueva era de seguridad energética global.

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