CAMBRIDGE – Tras años de recibir apoyo en forma de abundante liquidez, los mercados financieros ingresan al último trimestre de 2020 en medio de una recuperación económica global cada vez más dudosa, incertidumbres políticas inusuales y una respuesta fiscal y estructural de las autoridades que va con retraso. Y a estos vientos de frente se suma la crisis de la COVID‑19, que tiene a la mayoría de los países luchando por hallar un equilibrio entre proteger la salud pública, lograr un regreso a un nivel de actividad económica seminormal y limitar las restricciones a las libertades individuales.
CAMBRIDGE – Tras años de recibir apoyo en forma de abundante liquidez, los mercados financieros ingresan al último trimestre de 2020 en medio de una recuperación económica global cada vez más dudosa, incertidumbres políticas inusuales y una respuesta fiscal y estructural de las autoridades que va con retraso. Y a estos vientos de frente se suma la crisis de la COVID‑19, que tiene a la mayoría de los países luchando por hallar un equilibrio entre proteger la salud pública, lograr un regreso a un nivel de actividad económica seminormal y limitar las restricciones a las libertades individuales.