Un nivel impositivo demasiado alto puede reducir los incentivos y entorpecer el crecimiento. Pero un nivel demasiado bajo puede dar el mismo resultado. Los gobiernos con ingresos fiscales escasos no pueden suministrar servicios públicos básicos. Peor aún, los escasos ingresos fiscales en los países pobres son frecuentemente el resultado de defectos en los sistemas de recaudación de impuestos (más que de las bajas tasas impositivas) que también promueven la poca productividad en las empresas.
Un nivel impositivo demasiado alto puede reducir los incentivos y entorpecer el crecimiento. Pero un nivel demasiado bajo puede dar el mismo resultado. Los gobiernos con ingresos fiscales escasos no pueden suministrar servicios públicos básicos. Peor aún, los escasos ingresos fiscales en los países pobres son frecuentemente el resultado de defectos en los sistemas de recaudación de impuestos (más que de las bajas tasas impositivas) que también promueven la poca productividad en las empresas.