LONDRES – Una contracorriente está por sacudir a la economía global y Occidente necesita que Estados Unidos colabore. En tanto los aliados de larga data de la OTAN están ayudando a Ucrania a combatir contra sus invasores rusos, necesitamos que los viejos aliados de Bretton Woods ganen la paz. Eso exigirá equipar al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial con las herramientas que necesitan para estabilizar a los países más pobres sacudidos por el alza de los precios de la energía y de los alimentos motivada por el conflicto, por el COVID-19 y por el cambio climático.
LONDRES – Una contracorriente está por sacudir a la economía global y Occidente necesita que Estados Unidos colabore. En tanto los aliados de larga data de la OTAN están ayudando a Ucrania a combatir contra sus invasores rusos, necesitamos que los viejos aliados de Bretton Woods ganen la paz. Eso exigirá equipar al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial con las herramientas que necesitan para estabilizar a los países más pobres sacudidos por el alza de los precios de la energía y de los alimentos motivada por el conflicto, por el COVID-19 y por el cambio climático.