GINEBRA – En la Asamblea Mundial de la Salud en mayo, planteamos la cuestión de por qué los gobiernos y las agencias de las Naciones Unidas necesitan gastar más en medidas para prevenir enfermedades no transmisibles (ENT), lesiones y violencia contra los niños. Uno de nosotros –Zoleka Mandela- habló de perder a su hija de 13 años por culpa de un conductor ebrio y de sufrir violencia sexual de niña a manos de adultos que deberían haber cuidado de ella. “Fue un abuso de poder y una violación de la confianza”, le dijo a la asamblea. “Me dejó una cicatriz emocional y mental. Me llevó a provocarme un daño autoinfligido y a intentar quitarme la vida varias veces. Condujo a una dependencia del alcohol y de las drogas”.
GINEBRA – En la Asamblea Mundial de la Salud en mayo, planteamos la cuestión de por qué los gobiernos y las agencias de las Naciones Unidas necesitan gastar más en medidas para prevenir enfermedades no transmisibles (ENT), lesiones y violencia contra los niños. Uno de nosotros –Zoleka Mandela- habló de perder a su hija de 13 años por culpa de un conductor ebrio y de sufrir violencia sexual de niña a manos de adultos que deberían haber cuidado de ella. “Fue un abuso de poder y una violación de la confianza”, le dijo a la asamblea. “Me dejó una cicatriz emocional y mental. Me llevó a provocarme un daño autoinfligido y a intentar quitarme la vida varias veces. Condujo a una dependencia del alcohol y de las drogas”.