NUEVA YORK – De un año a esta parte, he venido diciendo que el aumento de la inflación sería persistente, que sus causas incluyen no sólo malas políticas sino también shocks de oferta negativos y que el intento de los bancos centrales de combatirla provocaría un aterrizaje económico forzoso. Cuando llegue la recesión, advertí, será severa y prolongada, con desbarajustes financieros y crisis de deuda generalizadas. A pesar de su discurso de línea dura, los banqueros centrales, atrapados en una trampa de deuda, pueden echarse atrás y conformarse con una inflación por encima de la meta. Cualquier cartera de acciones riesgosas y bonos de renta fija menos riesgosos perderá dinero con los bonos, debido a una inflación y a expectativas de inflación más elevadas.
NUEVA YORK – De un año a esta parte, he venido diciendo que el aumento de la inflación sería persistente, que sus causas incluyen no sólo malas políticas sino también shocks de oferta negativos y que el intento de los bancos centrales de combatirla provocaría un aterrizaje económico forzoso. Cuando llegue la recesión, advertí, será severa y prolongada, con desbarajustes financieros y crisis de deuda generalizadas. A pesar de su discurso de línea dura, los banqueros centrales, atrapados en una trampa de deuda, pueden echarse atrás y conformarse con una inflación por encima de la meta. Cualquier cartera de acciones riesgosas y bonos de renta fija menos riesgosos perderá dinero con los bonos, debido a una inflación y a expectativas de inflación más elevadas.