MADRID – En toda valoración de los acontecimientos y tendencias mundiales de 2014, conceptos como caos, desorden y fragmentación ocuparán de seguro un lugar destacado. Sin embargo, el término "blando" merece figurar, ya que 2014 se ha caracterizado por un aumento significativo de instrumentos "blandos" para hacer frente a problemas globales. Destacan, así, compromisos, decretos, autorregulación, planes de acción conjuntos, e incluso meros apretones de manos. ¿Acaso han llegado a su fin los días en que las relaciones internacionales giraban en torno al tratado como instrumento privilegiado?
MADRID – En toda valoración de los acontecimientos y tendencias mundiales de 2014, conceptos como caos, desorden y fragmentación ocuparán de seguro un lugar destacado. Sin embargo, el término "blando" merece figurar, ya que 2014 se ha caracterizado por un aumento significativo de instrumentos "blandos" para hacer frente a problemas globales. Destacan, así, compromisos, decretos, autorregulación, planes de acción conjuntos, e incluso meros apretones de manos. ¿Acaso han llegado a su fin los días en que las relaciones internacionales giraban en torno al tratado como instrumento privilegiado?