Desde que importantes figuras públicas firmaron un manifiesto en una revista francesa en el que denunciaban los peligros de un extravío monárquico –sin citar ni una sola vez el nombre del Presidente–, la atmósfera política en Francia ha estado eléctrica. La rápida caída en desgracia de Nicolas Sarkozy carece de precedentes en la historia de la Quinta República. Sus índices de popularidad están cayendo por los suelos y se prevé que su partido, el conservador UMP, tendrá malos resultados en las elecciones municipales que se celebrarán a mediados de marzo.
Desde que importantes figuras públicas firmaron un manifiesto en una revista francesa en el que denunciaban los peligros de un extravío monárquico –sin citar ni una sola vez el nombre del Presidente–, la atmósfera política en Francia ha estado eléctrica. La rápida caída en desgracia de Nicolas Sarkozy carece de precedentes en la historia de la Quinta República. Sus índices de popularidad están cayendo por los suelos y se prevé que su partido, el conservador UMP, tendrá malos resultados en las elecciones municipales que se celebrarán a mediados de marzo.