A menudo, los habitantes de Moscú de fines de los años 90 veían en los muros afiches extraños y generalmente incomprensibles. El primero de ellos mostraba el rostro de una joven, pero sin barra de jabón ni frasco de perfume. Tampoco había el nombre de una marca. Una breve línea decía simplemente "Te amo". ¿Quién amaba a esta mujer y deseaba que todos conocieran su pasión? Los rumores decían que se trataba de uno de los hombres más ricos del país, que quería impresionar a su querida.
A menudo, los habitantes de Moscú de fines de los años 90 veían en los muros afiches extraños y generalmente incomprensibles. El primero de ellos mostraba el rostro de una joven, pero sin barra de jabón ni frasco de perfume. Tampoco había el nombre de una marca. Una breve línea decía simplemente "Te amo". ¿Quién amaba a esta mujer y deseaba que todos conocieran su pasión? Los rumores decían que se trataba de uno de los hombres más ricos del país, que quería impresionar a su querida.