LONDRES – La novena conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio, celebrada en diciembre en Bali, nos dejó un modesto paquete de medidas de estímulo al comercio internacional; en un plano más general, quedó demostrado el valor del multilateralismo de la OMC al evitarse un masivo incremento de las barreras comerciales, a diferencia de lo que sucedió en 1929‑1930, cuando el proteccionismo contribuyó a profundizar y extender la Gran Depresión. Pero sigue en pie la gran pregunta: ¿es buena la globalización? Y si lo es, ¿para quiénes?
LONDRES – La novena conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio, celebrada en diciembre en Bali, nos dejó un modesto paquete de medidas de estímulo al comercio internacional; en un plano más general, quedó demostrado el valor del multilateralismo de la OMC al evitarse un masivo incremento de las barreras comerciales, a diferencia de lo que sucedió en 1929‑1930, cuando el proteccionismo contribuyó a profundizar y extender la Gran Depresión. Pero sigue en pie la gran pregunta: ¿es buena la globalización? Y si lo es, ¿para quiénes?