ISLAMABAD – La cantidad de días al año en que la temperatura supera los 50 °C (122 °F) se duplicó desde la década de 1980 y nunca antes había ocurrido en tantos sitios. Este calor extremo tiene un efecto dramático sobre la salud de las personas, los animales y el ambiente. Según un informe reciente del Banco Mundial sobre la migración climática, durante los próximos 30 años, 216 millones de personas podrían tener que desplazarse debido al aumento de las temperaturas, la escasez del agua y la caída en la productividad de los cultivos. Se verán obligadas a abandonar sus comunidades y sustento para buscar mejores alternativas.
Cuando la temperatura llegó a los 52 °C en junio en Jacobabad, Pakistán, quien contaban con medios para irse, lo hicieron. Los pobres no tuvieron más alternativa que tratar de sobrevivir al extenuante calor y la escasez de agua.
Esta historia de poseedores y desposeídos se da en todo el mundo, demuestra que las comunidades pobres y marginadas a menudo son las más afectadas por las manifestaciones del cambio climático. Aunque todavía es posible demorar y, en principio, corregir la emergencia climática si se actúa inmediata y drásticamente, algunos cambios en el medio ambiente ya son inevitables. Para garantizar que la gente pueda seguir viviendo en ciudades como Jacobabad, las acciones radicales contra el calentamiento global deben combinarse con políticas de reducción progresiva de la pobreza para fortalecer a las comunidades.
Pakistán incorporó esta dupla de objetivos —bienestar social y acción climática— en el corazón de su agenda legislativa de largo plazo. Se están desarrollando iniciativas para unir a las comunidades mientras se restauran ecosistemas vitales. ElTsunami de 10 mil millones de árboles ya está creando empleos verdes al tiempo que prepara el terreno para una economía saludable y sostenible.
Los esfuerzos de Pakistán para mitigar el cambio climático y adaptarse a él van de la mano con la meta de crear el mayor programa de protección social en la historia del país. Se llama Ehsaas («compasión» en Urdu) y busca atender las agudas necesidades de quienes están más en riesgo, mientras invierte en la igualdad y prosperidad a largo plazo. Ofrecer una red de seguridad que evite que los más pobres pasen inadvertidos es clave para crear un futuro más brillante para todos.
Debido a que Pakistán está en la primera línea del cambio climático, las estrategias de bienestar social deben incluir mecanismos lo suficientemente flexibles como para responder ante los desastres. Ehsaas completó recientemente el mayor registro socioeconómico de Pakistán, recabando datos sobre 38 millones de hogares. Gracias a la información que registró, Ehsaas podrá predecir mejor cuáles son las familias y los agricultores vulnerables ante desastres como las sequías, y proporcionarles pagos acordes en efectivo. Sabemos que este sistema funciona: cuando se implementaron prácticamente de la noche a la mañana los confinamientos para evitar la difusión de la COVID-19, se entregó asistencia de emergencia en efectivo mediante la iniciativa de Efectivo de Emergencia de Ehsaas, que evitó que 15 millones de familias cayeran aún más profundamente en la pobreza.
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Muchas de las personas más pobres en Pakistán viven con lo justo y siguen siendo los primeros afectados y más golpeados por los aumentos en los precios de los alimentos, que el cambio climático está exacerbando. Las situaciones de clima extremo limitan la capacidad de las familias que viven en la línea de pobreza o por debajo de ella para adquirir alimentos nutritivos. La falta de acceso a alimentos saludables produce retrasos en el crecimiento que tienen un efecto significativo y a largo plazo en el desarrollo general, incluido el crecimiento del cerebro. Sabemos que el acceso de los niños a alimentos nutritivos y atención sanitaria en los primeros 1000 días tiene un papel fundamental en la salud durante todas su vidas. Para proteger a los niños y sus familias de los efectos negativos de la desnutrición y la pobreza intergeneracional, Pakistán está invirtiendo en un programa de transferencias de efectivo condicionales, que se está ampliando en todo el país a pesar de las restricciones financieras que causó la pandemia.
La mala salud también afecta la capacidad de los hogares para romper el ciclo de la pobreza. Cuando la gente debe dedicar tiempo y dinero a la atención sanitaria en vez de a alimentos, educación y ahorros para emergencias, está menos preparada para responder ante las siguientes crisis. Desde el lanzamiento de la tarjeta Sehat Insaf en 2016, el programa de beneficios sociales de Pakistán brindó atención sanitaria gratuita a más de 7,9 millones de familias (más de 50 millones de personas). Proporcionar acceso a la atención sanitaria de calidad independientemente de los medios financieros es una manera de crear comunidades más sólidas y una senda hacia la prosperidad.
La crisis climática y la pobreza endémica son problemas complejos que requieren marcos para las políticas que consideren una multiplicidad de factores. Hay herramientas obvias para combatir la pobreza que pueden ser de ayuda —entre ellas, el acceso a los servicios sanitarios, la educación de calidad y el apoyo nutricional—, pero dar pasos significativos para reducir los efectos del cambio climático, como la adopción de tecnologías para la captura del carbono, el desarrollo de baterías asequibles de larga duración y la gestión de las migraciones, requieren liderazgo moral, apoyo fiscal y solidaridad global.
Pakistán busca demostrar que es posible sacar a la gente de la pobreza y atender, simultáneamente, a la emergencia climática. Como comunidad mundial enfrentamos muchos desafíos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarnos a un planeta que se está calentando, y los desafíos de reducir la pobreza y crear una economía sostenible no son menos sobrecogedores, pero sabemos que eso no es posible lograr una cosa sin la otra.
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At the end of a year of domestic and international upheaval, Project Syndicate commentators share their favorite books from the past 12 months. Covering a wide array of genres and disciplines, this year’s picks provide fresh perspectives on the defining challenges of our time and how to confront them.
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ISLAMABAD – La cantidad de días al año en que la temperatura supera los 50 °C (122 °F) se duplicó desde la década de 1980 y nunca antes había ocurrido en tantos sitios. Este calor extremo tiene un efecto dramático sobre la salud de las personas, los animales y el ambiente. Según un informe reciente del Banco Mundial sobre la migración climática, durante los próximos 30 años, 216 millones de personas podrían tener que desplazarse debido al aumento de las temperaturas, la escasez del agua y la caída en la productividad de los cultivos. Se verán obligadas a abandonar sus comunidades y sustento para buscar mejores alternativas.
Cuando la temperatura llegó a los 52 °C en junio en Jacobabad, Pakistán, quien contaban con medios para irse, lo hicieron. Los pobres no tuvieron más alternativa que tratar de sobrevivir al extenuante calor y la escasez de agua.
Esta historia de poseedores y desposeídos se da en todo el mundo, demuestra que las comunidades pobres y marginadas a menudo son las más afectadas por las manifestaciones del cambio climático. Aunque todavía es posible demorar y, en principio, corregir la emergencia climática si se actúa inmediata y drásticamente, algunos cambios en el medio ambiente ya son inevitables. Para garantizar que la gente pueda seguir viviendo en ciudades como Jacobabad, las acciones radicales contra el calentamiento global deben combinarse con políticas de reducción progresiva de la pobreza para fortalecer a las comunidades.
Pakistán incorporó esta dupla de objetivos —bienestar social y acción climática— en el corazón de su agenda legislativa de largo plazo. Se están desarrollando iniciativas para unir a las comunidades mientras se restauran ecosistemas vitales. El Tsunami de 10 mil millones de árboles ya está creando empleos verdes al tiempo que prepara el terreno para una economía saludable y sostenible.
Los esfuerzos de Pakistán para mitigar el cambio climático y adaptarse a él van de la mano con la meta de crear el mayor programa de protección social en la historia del país. Se llama Ehsaas («compasión» en Urdu) y busca atender las agudas necesidades de quienes están más en riesgo, mientras invierte en la igualdad y prosperidad a largo plazo. Ofrecer una red de seguridad que evite que los más pobres pasen inadvertidos es clave para crear un futuro más brillante para todos.
Debido a que Pakistán está en la primera línea del cambio climático, las estrategias de bienestar social deben incluir mecanismos lo suficientemente flexibles como para responder ante los desastres. Ehsaas completó recientemente el mayor registro socioeconómico de Pakistán, recabando datos sobre 38 millones de hogares. Gracias a la información que registró, Ehsaas podrá predecir mejor cuáles son las familias y los agricultores vulnerables ante desastres como las sequías, y proporcionarles pagos acordes en efectivo. Sabemos que este sistema funciona: cuando se implementaron prácticamente de la noche a la mañana los confinamientos para evitar la difusión de la COVID-19, se entregó asistencia de emergencia en efectivo mediante la iniciativa de Efectivo de Emergencia de Ehsaas, que evitó que 15 millones de familias cayeran aún más profundamente en la pobreza.
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Muchas de las personas más pobres en Pakistán viven con lo justo y siguen siendo los primeros afectados y más golpeados por los aumentos en los precios de los alimentos, que el cambio climático está exacerbando. Las situaciones de clima extremo limitan la capacidad de las familias que viven en la línea de pobreza o por debajo de ella para adquirir alimentos nutritivos. La falta de acceso a alimentos saludables produce retrasos en el crecimiento que tienen un efecto significativo y a largo plazo en el desarrollo general, incluido el crecimiento del cerebro. Sabemos que el acceso de los niños a alimentos nutritivos y atención sanitaria en los primeros 1000 días tiene un papel fundamental en la salud durante todas su vidas. Para proteger a los niños y sus familias de los efectos negativos de la desnutrición y la pobreza intergeneracional, Pakistán está invirtiendo en un programa de transferencias de efectivo condicionales, que se está ampliando en todo el país a pesar de las restricciones financieras que causó la pandemia.
La mala salud también afecta la capacidad de los hogares para romper el ciclo de la pobreza. Cuando la gente debe dedicar tiempo y dinero a la atención sanitaria en vez de a alimentos, educación y ahorros para emergencias, está menos preparada para responder ante las siguientes crisis. Desde el lanzamiento de la tarjeta Sehat Insaf en 2016, el programa de beneficios sociales de Pakistán brindó atención sanitaria gratuita a más de 7,9 millones de familias (más de 50 millones de personas). Proporcionar acceso a la atención sanitaria de calidad independientemente de los medios financieros es una manera de crear comunidades más sólidas y una senda hacia la prosperidad.
La crisis climática y la pobreza endémica son problemas complejos que requieren marcos para las políticas que consideren una multiplicidad de factores. Hay herramientas obvias para combatir la pobreza que pueden ser de ayuda —entre ellas, el acceso a los servicios sanitarios, la educación de calidad y el apoyo nutricional—, pero dar pasos significativos para reducir los efectos del cambio climático, como la adopción de tecnologías para la captura del carbono, el desarrollo de baterías asequibles de larga duración y la gestión de las migraciones, requieren liderazgo moral, apoyo fiscal y solidaridad global.
Pakistán busca demostrar que es posible sacar a la gente de la pobreza y atender, simultáneamente, a la emergencia climática. Como comunidad mundial enfrentamos muchos desafíos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarnos a un planeta que se está calentando, y los desafíos de reducir la pobreza y crear una economía sostenible no son menos sobrecogedores, pero sabemos que eso no es posible lograr una cosa sin la otra.
Traducción al español por Ant-Translation