LONDRES – "Recuerda la cara del hombre más pobre y más débil que hayas visto y pregúntate si ese paso que estás considerando dar le será de alguna utilidad". Esas palabras, pronunciadas por Mahatma Gandhi en 1948, deberían tomarse como una prueba de nuestra sinceridad, y como un desafío para nuestra complacencia, cuando se considera el destino de los 30 millones de niños desplazados de sus hogares como consecuencia de guerras civiles y desastres naturales.
LONDRES – "Recuerda la cara del hombre más pobre y más débil que hayas visto y pregúntate si ese paso que estás considerando dar le será de alguna utilidad". Esas palabras, pronunciadas por Mahatma Gandhi en 1948, deberían tomarse como una prueba de nuestra sinceridad, y como un desafío para nuestra complacencia, cuando se considera el destino de los 30 millones de niños desplazados de sus hogares como consecuencia de guerras civiles y desastres naturales.