MOSCÚ – En su novela de 1979 La isla de Crimea, Vasili Aksiónov imaginó la floreciente independencia de la región de la Unión Soviética. Aksiónov, un escritor disidente que emigró a Estados Unidos poco después de la publicación samizdat (clandestina) del libro, hoy es alabado como un profeta. Pero su profecía ahora se ha invertido: la Crimea de hoy no quiere independizarse de Ucrania; quiere una continua dependencia de Rusia.
MOSCÚ – En su novela de 1979 La isla de Crimea, Vasili Aksiónov imaginó la floreciente independencia de la región de la Unión Soviética. Aksiónov, un escritor disidente que emigró a Estados Unidos poco después de la publicación samizdat (clandestina) del libro, hoy es alabado como un profeta. Pero su profecía ahora se ha invertido: la Crimea de hoy no quiere independizarse de Ucrania; quiere una continua dependencia de Rusia.