PARÍS – Antes de la segunda ronda de las elecciones regionales en Francia del domingo, la mayoría de las predicciones sugerían que cinco o tal vez seis de los gobiernos regionales de ese país caerían en manos del Frente Nacional (FN). Pero los franceses recobraron la compostura y fueron a votar con un nivel de participación que nadie esperaba. Así, un partido xenófobo y racista, hostil a todo lo esencial al espíritu y la grandeza de Francia, fue derrotado en todas las contiendas que supuestamente ganaría.
PARÍS – Antes de la segunda ronda de las elecciones regionales en Francia del domingo, la mayoría de las predicciones sugerían que cinco o tal vez seis de los gobiernos regionales de ese país caerían en manos del Frente Nacional (FN). Pero los franceses recobraron la compostura y fueron a votar con un nivel de participación que nadie esperaba. Así, un partido xenófobo y racista, hostil a todo lo esencial al espíritu y la grandeza de Francia, fue derrotado en todas las contiendas que supuestamente ganaría.