NUEVA YORK – La profesión económica recibió un duro golpe cuando sus principales representantes fueron mayoritariamente incapaces de predecir la crisis financiera global de 2008; y desde entonces no termina de recuperarse. Además del crecimiento inusualmente lento y desigual de los años que siguieron a la debacle, hoy hay una lista creciente de fenómenos económicos y financieros a los que los economistas no encuentran explicación.
NUEVA YORK – La profesión económica recibió un duro golpe cuando sus principales representantes fueron mayoritariamente incapaces de predecir la crisis financiera global de 2008; y desde entonces no termina de recuperarse. Además del crecimiento inusualmente lento y desigual de los años que siguieron a la debacle, hoy hay una lista creciente de fenómenos económicos y financieros a los que los economistas no encuentran explicación.