ÁMSTERDAM – Han pasado más de ocho meses desde que Jamal Khashoggi, un prominente periodista saudí, crítico del gobierno de su propio país, que había estado viviendo en autoexilio, fue torturado, asesinado y descuartizado dentro del consulado saudita en Estambul. Como los sauditas se esforzaron por oscurecer la verdad sobre el destino de Khashoggi, Turquía lanzó una investigación. Tal como se esperaba, no se ha averiguado mucho.
ÁMSTERDAM – Han pasado más de ocho meses desde que Jamal Khashoggi, un prominente periodista saudí, crítico del gobierno de su propio país, que había estado viviendo en autoexilio, fue torturado, asesinado y descuartizado dentro del consulado saudita en Estambul. Como los sauditas se esforzaron por oscurecer la verdad sobre el destino de Khashoggi, Turquía lanzó una investigación. Tal como se esperaba, no se ha averiguado mucho.