MILÁN – Es probable que la indecisiva elección general en Italia, que muestra un claro giro populista, lleve a un largo período de parálisis política que congelará la adopción de muy necesarias reformas estructurales. Pero el impasse, y con él la percepción de que el país no quiere cambiar, pueden tener otro efecto preocupante: aumentar la fuga de cerebros italianos, agravando una tendencia que asoló al país por más de un decenio.
MILÁN – Es probable que la indecisiva elección general en Italia, que muestra un claro giro populista, lleve a un largo período de parálisis política que congelará la adopción de muy necesarias reformas estructurales. Pero el impasse, y con él la percepción de que el país no quiere cambiar, pueden tener otro efecto preocupante: aumentar la fuga de cerebros italianos, agravando una tendencia que asoló al país por más de un decenio.