BERLÍN – Todos los días el "nuevo" Oriente Próximo genera titulares noticiosos. A diferencia del antiguo Oriente Próximo, cuyo destino estaba determinado por las potencias occidentales dominantes (el Reino Unido y Francia después de la Primera Guerra Mundial, y Estados Unidos desde los años 40 hasta hace poco), éste no tiene ningún poder hegemónico externo que lo estabilice. Y, sin una potencia regional dominante, ha surgido un vacío estratégico peligroso.
BERLÍN – Todos los días el "nuevo" Oriente Próximo genera titulares noticiosos. A diferencia del antiguo Oriente Próximo, cuyo destino estaba determinado por las potencias occidentales dominantes (el Reino Unido y Francia después de la Primera Guerra Mundial, y Estados Unidos desde los años 40 hasta hace poco), éste no tiene ningún poder hegemónico externo que lo estabilice. Y, sin una potencia regional dominante, ha surgido un vacío estratégico peligroso.